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Ante tiempos de crisis, lo normal es que las previsiones de futuro sean agoreras y con un alto nivel de pesimismo y negatividad. Esto se ha repetido a lo largo de la historia, pasó durante los primeros meses de la alerta sanitaria por coronavirus este mismo año, y en la crisis del 2008 producida por la caída de Lehman Brothers.
Según un informe de Deutsche Bank, la década que ha dado comienzo con este aciago año 2020 se presenta de lo más oscura. O sería mejor decir que esta será inestable, estará fragmentada y con cierto desorden y malestar tanto a nivel económico como político y social. El mundo inicia una nueva etapa, en la que tendrá lugar un cambio de paradigma y en la que la consigna más importante será “adaptarse o morir”.
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Crisis global
El banco alemán resume su informe así: “El mundo está en lo alto de una nueva era que se caracterizará inicialmente por el desorden con un probable debilitamiento de la globalización que generó un crecimiento económico rápido y un aumento de los precios de los activos de los últimos 40 años”. Y es muy probable que no le falte razón y que ya estemos atravesando ese momento de crisis, caos y cambio de lo global a lo local. Parece ser que la COVID-19 nos ha impuesta esas condiciones con su llegada, y ahora habrá que ir viendo las consecuencias que esto acarreará.
La investigación, liderada por Jim Reid, considera que con el 2020 se inicia un nuevo “súperciclo estructural” que afectará a todo: sociedad, economía, política, forma de vida… Afirman además, que aunque lo parezca, esta nueva era no ha venido provocada por la pandemia, si no que ya se venía fraguando y únicamente se ha acelerado.
La “era del desorden” en 8 claves
Según el Deutsche Bank hay ocho puntos clave que definirán esta nueva década.
- La reversión de la desenfrenada globalización, acompañada de un deterioro cada vez mayor de las relaciones entre EEUU y China, que se disputan el liderazgo mundial.
- Europa tendrá que decidir si al final se va a emancipar de Estados Unidos política y militarmente, con una estructura defensiva propia, o si prefiere continuar de su mano, en un segundo plano.
- Una deuda aún mayor y a su vez, más inflación. Se podría decir que los bancos centrales pondrán cada vez más dinero en los bolsillos de los ciudadanos.
- A los gobiernos les resultará más difícil mantener sus objetivos de inflación a medida que ponen más dinero, pudiendo llegar a la deflación.
- Empeoramiento de la desigualdad, y en respuesta a este aumento de la pobreza, el temor a brotes violentos. Esto ya se dejó ver a finales del año 2019 en América Latina, puntos de Asia y Europa (los chalecos amarillos en Francia). Grandes revueltas sociales acompañadas en ocasiones de violencia.
- Incremento significativo de la brecha generacional, algo que se está notando de manera importante en las urnas. Ocurrió por ejemplo con la votación en Inglaterra del famoso Brexit, donde la gente mayor apostó por la salida de la Unión Europea, y los más jóvenes por la permanencia sin ninguna duda.
- El debate sobre el clima. Es absolutamente necesario que los gobiernos actúen sin demora sobre este asunto, con medidas urgentes y contundentes. El problema es que no todo el mundo lo ve así, y una parte de la sociedad no defenderá los esfuerzos por cuidar del medio ambiente, lo que seguro acarreará más problemas.
- El avance tecnológico a pasos agigantados corre el riesgo de convertirse en una nueva burbuja. Es seguro que la rápida innovación tecnológica traerá muchos ganadores, pero también perdedores.
Conclusiones
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Como hemos comprobado en los 8 puntos principales, el endeudamiento de los países y las empresas va a pegar un acelerón importante. Por otro lado, la tensión entre EEUU y China es un claro indicador de esta nueva era que ya hemos empezado a vivir. Según el informe “se acerca un choque de culturas e intereses, especialmente a medida que China se sitúa como la economía más grande del mundo”. Está claro que su intención es restaurar su papel histórico de potencia mundial sin abandonar sus propios valores y manteniéndose alejada del liberalismo occidental.
Parece que se va a establecer un período como de guerra fría entre los dos países, con una gran batalla comercial abierta, que ya está en marcha con aranceles, sanciones, prohibiciones de transferencia tecnológica… A parte de esto, la pugna por conseguir aliados entre el resto de países del mundo y la supremacía militar.
El informe considera que esta situación de cambios se prolongará durante toda la década y será decisiva para Europa. Parece que la capacidad de sortear crisis de la Unión Europea está debilitada e indican que “aunque el potencial para una mayor integración ha aumentado con el reciente Fondo de Recuperación, las divergencias económicas probablemente aumentarán aún más y causarán más puntos de estrés después de la Covid”.
Pero no olvidéis aquel proverbio chino que afirma que toda crisis y cambio es una gran oportunidad.
Puedes leer el informe completo aquí.
Fuente: La Razón